La genética se parece mucho a un juego de azar: hay 30 000 genes en tus 46 cromosomas, y su combinación determina tu apariencia. Pero todos estos genes provienen de tu árbol genealógico, y de ningún otro lugar. Así que, si tienes cabello claro y ojos azules y eres un gran cantante, pero tus padres tienen cabello oscuro y ojos marrones y carecen de oído musical, algún ancestro tuyo debe haber compartido los mismos rasgos que tú.
Heredas 23 cromosomas de cada uno de tus padres, y es entonces cuando comienza el entrecruzamiento. Piénsalo como una competencia deportiva: el equipo que gane determinará los rasgos del hijo. Algunos de los “jugadores” de cada equipo son inherentemente más fuertes que sus oponentes, y se los conoce como genes dominantes. Las contrapartes del equipo rival son los genes recesivos. Pero ¿por qué los hijos terminan pareciéndose más a uno de sus padres que al otro?
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