El presidente ruso Vladímir Putin fue recibido con honores en Ulán Bator, capital de Mongolia, a pesar de la orden de detención emitida contra él por la Corte Penal Internacional.
Mongolia, que mantiene fuertes vínculos con Rusia, ratificó en 2002 el Tratado de Roma, origen de la CPI. La Unión Europea lamentó que el país no haya «cumplido con sus obligaciones».
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