Con la llegada del verano, muchas familias se dirigen a balnearios y playas para disfrutar del sol y el mar, a menudo acompañadas de sus mascotas. Las playas ofrecen una gran oportunidad para que los perros se diviertan, pero también implican ciertos riesgos. Es fundamental tomar precauciones para proteger su salud y seguridad frente a la exposición al sol, la arena y los nuevos entornos.
“Un día en la playa requiere preparativos y cuidados específicos para garantizar que nuestras mascotas estén seguras y saludables. La exposición prolongada al sol, el riesgo de deshidratación y la presencia de parásitos son factores a tener en cuenta. La prevención es clave para disfrutar momentos únicos con nuestras mascotas”, asegura la Dra. Silvia Panta, representante técnica de la Unidad de Animales de Compañía en MSD Animal Health en Perú, una compañía líder en salud animal.
Con el objetivo de ayudar a las familias a cuidar a sus perros en la playa, MSD Animal Health en Perú comparte las siguientes recomendaciones:
- Hidratación constante:La exposición prolongada al sol y al agua salada puede causar deshidratación y golpes de calor en los perros. Lleva siempre agua fresca y un recipiente para que puedan beber con frecuencia. Crea áreas de sombra para su descanso y evita las horas de mayor intensidad solar.
- Protección de la piel:Aunque los perros tienen pelaje, pueden sufrir quemaduras solares en áreas sensibles como el hocico, las orejas y el abdomen. Consulta con el veterinario sobre productos adecuados para proteger su piel. Al regresar de la playa, revisa si presenta irritaciones o heridas.
- Prevención contra parásitos externos:Las zonas costeras son un hábitat propicio para pulgas y garrapatas. Antes de la visita, asegúrate de que tu perro esté protegido con tratamientos de desparasitación externa de larga duración y verifica que sus vacunas estén al día.
- Limpieza después de la playa:El agua salada y la arena pueden irritar la piel y los oídos de los perros. Enjuágalo con agua dulce tras la playa, limpia sus oídos con cuidado y revisa entre las almohadillas de sus patas para evitar lesiones o molestias.
“Cada perro tiene su propio ritmo: algunos son muy activos y curiosos, mientras que otros prefieren relajarse. Por eso, es fundamental visitar al veterinario antes de llevarlos a la playa, sobre todo si tienen condiciones de salud preexistentes, son muy jóvenes o mayores”, concluye Silvia Panta.
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