El creciente avance de la tecnología está permitiendo que el ser humano y la máquina interactúen de distintas formas. En un inicio, era una relación en la que el humano utilizaba a la máquina como herramienta para que lo ayudara en la realización de diversas tareas. Sin embargo, con la aparición de la inteligencia artificial (IA), esta interacción entre ambos agentes ha ido cambiando y evolucionando.
El gran desarrollo que ha tenido la IA en los últimos años ha permitido que se creen chatbots con los que se pueden sostener conversaciones como si se tratara de otros seres humanos. Incluso, algunos ya pueden hablar de manera muy similar a una persona con un tono muy natural. Por ello, la CEO de Replika, una popular app que sirve para crear tu propio compañero de inteligencia artificial, cree que estaría bien si alguien decide casarse con un chatbot de IA.
¿Es posible que una persona se case con una inteligencia artificial?
Hoy en día, existen muchas aplicaciones que permiten a las personas interactuar con chatbots de IA y formar lazos de amistad, gracias a los modelos de lenguaje avanzados y algoritmos. Este es el objetivo de Replika, la aplicación que Eugenia Kuyda lanzó al mercado en el 2017. Según explicó la CEO de esta app en una entrevista con el medio The Verge, lo que ella busca es que ‘las personas se sientan menos solas y tengan a alguien con quien hablar en cualquier momento’.
Esta creciente interacción emocional entre ambos agentes podría llevar, en algún momento, a que un ser humano decida casarse con un chatbot de inteligencia artificial. Ante esta situación, Kuyda señala que no debería haber ningún problema con eso. ‘Con tal que te haga feliz’, dijo en la entrevista.
Sin embargo, existen estudios que indican que esta interacción íntima entre una persona y un chatbot puede provocar alteraciones complejas en el bienestar de los usuarios. Por ejemplo, hay una investigación con respecto a los usuarios de Replika, quienes reportaron tener sentimientos positivos y una mayor conexión social. No obstante, hubo un grupo que desarrolló apego emocional intenso y angustia si el chatbot no cumplía sus expectativas.
Otras compañías también han estudiado el peligro de enamorarse de una IA
Este posible escenario es algo que ya ha sido estudiado por otras compañías. Por ejemplo, OpenAI, que es conocida por desarrollar ChatGPT. En el lanzamiento de la última versión GPT-4o de su chatbot, donde se incluye un nuevo asistente de voz, publicaron un informe donde abordan esta probable situación.
En una sección llamada ‘Antropomorfización y dependencia emocional’, OpenAI explica que algunas personas podrían confundir al asistente de voz como un humano y, por lo tanto, desarrollar emociones. De ser ese el caso, podría llevar a los usuarios a aislarse, afectando así sus relaciones sociales. Asimismo, alteraría la manera de interactuar con otras personas, pues asumirían que, en una conversación, pueden interrumpirlos cuando deseen, como ocurre con los chatbots de IA.
En la misma línea, el doctor Michael Graziano, profesor de neurociencia en la Universidad de Princeton, advierte que ‘existe el riesgo de que las personas se vuelvan demasiado dependientes de estos sistemas y se aíslen aún más de las interacciones humanas reales’.
