La tecnología ha transformado la forma en que interactuamos hoy en día con el mundo, desde el manejo de nuestras finanzas hasta cómo nos informamos o entretenemos en nuestro tiempo libre. Las innovaciones también han influido en la percepción de las personas sobre lo que desean o no desean en los productos que adquieren.
Muchos creen que la inteligencia artificial sería de mucha ayuda en las actividades o productos; sin embargo, tras una investigación se reveló que lejos de atraer a los consumidores, la mención del término puede generar rechazo y desconfianza. Este hallazgo resulta sorprendente en un contexto donde la inteligencia artificial ha sido presentada como el futuro de la innovación tecnológica.
El término IA genera rechazo en las personas
La investigación realizada por la Universidad Estatal de Washington, en la que participaron 1,000 adultos para evaluar la relación entre la divulgación de la inteligencia artificial y el comportamiento de los consumidores, ha puesto de manifiesto un efecto adverso en la conducta de los mismos cuando se incluye la palabra ‘IA’ en la descripción de productos. El estudio indica que los usuarios relacionan el término con posibles riesgos, como la falta de control humano, la invasión de la privacidad o la probabilidad de fallos técnicos.
Los datos recogidos por los investigadores revelan que la percepción negativa de la IA está relacionada con una mezcla de desconfianza y desconocimiento. Muchos consumidores, aunque fascinados por los avances, temen las implicaciones que una tecnología no supervisada podría tener en su vida cotidiana. Según lo informado por TechSpot, este temor se intensifica en productos donde el margen de error puede tener consecuencias graves, como en el caso de los dispositivos médicos o los sistemas de seguridad del hogar.
Además, Mesut Cicek, autor principal del estudio y profesor de la Universidad Estatal de Washington, señaló que esto se debería a que los usuarios son más cuidadosos al gastar su dinero o arriesgar su integridad física. Por otro lado, advirtió que las estrategias de marketing que resaltan la integración de la IA deben ser cuidadosamente diseñadas para no alienar a los potenciales clientes. La sugerencia es clara: en muchos casos, es mejor omitir la mención directa de ‘IA’ o, al menos, enfocarse en los beneficios tangibles para el usuario.
¿La inteligencia artificial causa miedo?
La pregunta clave que surge a partir de estos hallazgos es si los usuarios realmente temen a la inteligencia artificial o si su rechazo proviene de un lugar diferente. Según el estudio, el temor no es necesariamente hacia la tecnología en sí, sino hacia la posibilidad de perder el control sobre ella. Los usuarios no rechazan la IA porque no la entiendan, sino porque sienten que, en su implementación, podrían verse superados por decisiones algorítmicas que no comprenden del todo. Asimismo, el estudio sugiere que este rechazo no es insuperable. A medida que la sociedad se familiariza más con las aplicaciones de la Inteligencia Artificial y sus beneficios, es probable que estas percepciones negativas disminuyan.